Acceso a tecnologías, nuevos mercados, el rescate de variedades patrimoniales y aumento en los ingresos de la Agricultura Familiar Campesina, son algunas de las experiencias exitosas de productores/as de Coquimbo y Maule, tras ejecutar iniciativas con la asesoría técnica del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), y financiamiento adquirido mediante fondos concursales.
Para Olga Pizarro, integrante de la Agrupación de pequeños productores de Andacollo, la almazara adquirida para la producción de aceite de oliva “es una utilidad muy grande para los productores de la zona, ya que presta muchos servicios. Antes solo vendíamos aceitunas y ahora también hacemos aceite, un ingreso extra que vale la pena. Me siento feliz con esto”.
En la Región del Maule, la producción de vinos de la Cooperativa Agrícola Vitivinícola Loncomilla estaba fuertemente orientada a la venta única de vino a granel en base a la cepa País, considerada de baja categoría enológica. Sin embargo, gracias al proyecto que ejecutaron con la asesoría de INIA Raihuén, lograron darle valor a su tradición vitivinícola, posicionando tres marcas comerciales y la consolidación de la organización que reúne a 100 productores/as de la zona. Estas son experiencias del trabajo colaborativo entre los centros regionales de INIA y agrupaciones de integrantes de la AFC.
En el caso de los productores/as de aceite de oliva, el proyecto “Agregación de valor para pequeños olivicultores de Elqui”, liderado por el investigador Francisco Tapia C., de INIA Intihuasi, favoreció a 204 pequeños productores/as olivícolas de las comunas de La Higuera, La Serena, Coquimbo y Andacollo. “El objetivo fue implementar un plan de manejo integral de la producción de aceite de oliva de calidad y funcional en pequeños productores de la Región de Coquimbo.
Con esto los agricultores/as pudieron acceder a la elaboración de aceite de oliva, dándole valor de transformación y diferenciación del aceite obtenido, el que contó con producción etiquetada con Resolución Sanitaria. El equipamiento industrial contó con dos almazaras (productoras de aceite) móviles que fueron transferidas a esta organización para la realización de sus actividades productivas post proyecto, junto con la generación de una cooperativa que está en desarrollo, para consolidar una producción autosustentable técnica y económicamente”, detalló el investigador.
En la ejecución de este proyecto, financiado por el FIC-R Coquimbo, contaron con el apoyo de los municipios de La Higuera y Andacollo; los equipos Prodesal-Padis de La Higuera, La Serena, Coquimbo y Andacollo; de la Minera Teck de Andacollo e Indap regional. Tras su ejecución, se logró reducir el impacto del añerismo o alternancia productiva, con la adopción de técnicas de manejo de huerto; una transformación de las olivas en aceite de alto valor nutricional y comercialización de sus productos, lo que significó reducir las pérdidas de materia prima, aprovechar canales de comercialización insatisfechos, e incorporación en el mercado local del producto.
Para la directora nacional de INIA, Iris Lobos, “esta experiencia es un ejemplo que esperamos seguir replicando y ampliar a futuro, incentivando el trabajo colaborativo de INIA con cooperativas de todo el territorio, a través de nuestros centros regionales y la Unidad de Gestión de la Innovación (UGI), que reúne toda la información y las condiciones en que podemos colaborar con los diferentes actores del sector, mediante contratos tecnológicos, Ley de I+D, fondos concursables, entre otras vías”.
El especialista de INIA Intihuasi manifestó que “este trabajo ha significado potenciar el ingreso familiar por la línea de los olivos, que hasta antes de este proyecto no era significativo. Hoy, además de ser un producto terminado, es posible almacenar y vender a mejor precio, siendo un aporte relevante en los ingresos familiares”.
El trabajo técnico desarrollado está consolidado en el boletín 423 “Producción de Aceite de Oliva: acercando la agroindustria a la pequeña olivicultura de la provincia de Elqui”, de los investigadores Francisco Tapia y Francisco Meza de INIA Intihuasi, disponible en la Biblioteca Digital de INIA: https://biblioteca.inia.cl/handle/20.500.14001/6917 Rescate de cepas patrimonialesIrina Díaz, investigadora y enóloga de INIA Raihuén, a cargo de la colaboración con la Cooperativa Loncomilla de la Región del Maule, expresó que “el objetivo del trabajo conjunto con la cooperativa fue buscar alternativas para agregarle valor a la cepa País y que así la cooperativa entrara al mercado de vinos en botella”.
La primera experiencia financiada por el Gobierno Regional del Maule se denominó “Formulación y evaluación de estrategias para perfeccionamiento del uso de la cepa País, en el desarrollo rural de la Región del Maule”, donde se logró la elaboración de una línea de vinos a partir de esta cepa patrimonial, vinos reserva, late harvest, licoroso, chicha y vino rosé, donde además se fomentó el posicionamiento de la marca País Mágico.
Bajo esta asociatividad estratégica entre la cooperativa e INIA Raihuén, se potenció también la producción de la cepa Blanca Ovoide, dando vida al espumante charmat Ovo y -con el apoyo de FIA- fue posible la creación del primer vino desalcoholizado de Latinoamérica, denominado Invicto. Álvaro Muñoz, gerente general de la Cooperativa Agrícola Vitivinícola Loncomilla, manifestó que “la experiencia de trabajo en conjunto con INIA ha sido positiva y exitosa. Hemos trabajado juntos desde la base de la vitivinicultura local, para identificar las fortalezas y oportunidades que a lo largo de los años nos han permitido ir superando las dificultades del rubro.
Es así como hemos podido agregar valor a las materias primas producidas por nuestros cooperados, desarrollando, por ejemplo, líneas completas de vinos a partir de cepas patrimoniales, con un componente de rescate de variedades y técnicas ancestrales, acompañada de innovaciones, tanto en los procesos como en el packaging y el marketing. El aporte es evidente y tangible, lo que queda demostrado por las líneas de vinos que hemos puesto en el mercado y que en algunos casos han pasado a ser los productos más exitosos de nuestro portafolio”.
Bajo la administración actual, INIA busca potenciar los proyectos asociativos con agrupaciones y cooperativas de la AFC, a través de su Unidad de Gestión de la Innovación (UGI) y los centros regionales. La información puede ser solicitada al correo: innovacion@inia.cl
Acerca de INIAEl Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación, desarrollo e innovación agroalimentaria de Chile. Vinculada al Ministerio de Agricultura, cuenta con presencia nacional y un equipo de trabajo de más de 1.000 personas altamente calificadas. Ejecuta al año un promedio de 400 proyectos en torno a 5 áreas estratégicas: Cambio Climático, Sustentabilidad, Alimentos del Futuro, Tecnologías Emergentes, y Extensión y Formación de Capacidades. Estas iniciativas contribuyen al desarrollo agroalimentario sostenible del país, creando valor y proponiendo soluciones innovadoras a los agricultores, socios estratégicos y la sociedad, generando una rentabilidad social que varía entre 15% y 25%, por cada peso invertido en cada uno de sus proyectos. INIA, más de 55 años liderando el desarrollo agroalimentario sostenible de Chile. www.inia.cl – Facebook: /INIAChile – Instagram: @iniachile – Twitter: @iniachile – YouTube: INIA – LinkedIn: /inia-chile