Cuatro casos de Virus Hanta se registran este año en Ñuble (Coihueco, Quillón, San Ignacio y Coelemu) con una letalidad de 50%: un hombre de 51 años fallecido en enero (Coihueco), y una mujer de 37 años fallecida en marzo (Quillón). En ese contexto, y considerando las variables climatológicas actuales que incrementan la presencia de las personas en sectores silvestres y/o rurales, la Autoridad Sanitaria inició la campaña de prevención de esta enfermedad transmitida por la laucha colilarga, con presencia en esos hábitats.
La actividad inicial de difusión fue encabezada por la seremi de Salud, Ximena Salinas, en el Terminal La Merced de Chillán, con entrega de material informativo a las personas, resolviendo dudas e inquietudes sobre las formas de contagio y lugares que representan mayor riesgo. “Durante esta época, las personas se acercan con mayor frecuencia al hábitat del roedor colilargo, ya sea en campings, zonas rurales o riberas de ríos, por lo que es necesario que se adopten medidas que contribuyan a disminuir las probabilidades de contagios”, puntualizó la seremi Salinas, añadiendo que la recomendación es optar por campings habilitados, limpios y libres de matorrales y pastizales, además del uso de carpas con piso, cierre y sin agujeros. Además, hay que evitar dejar ollas o utensilios al alcance de los ratones, y guardar los alimentos en envases resistentes con tapa. “De igual forma, ya sea en zonas costeras interiores, como cordilleranos, es importante transitar solo por los senderos habilitados, evitando salirse de la ruta, e internarse en los bosques aledaños”, explicó Salinas, recomendando evitar recolectar frutos silvestres que crecen a ras de suelo, o en arbustos a baja altura.
Jorge González, encargado de la Unidad de Zoonosis de la Seremi de Salud, recordó que la transmisión más común del Hanta se produce a través de la inhalación de aerosoles producidos a partir de la orina de roedores contagiados. La enfermedad tiene síntomas similares a un cuadro de influenza, acompañado a veces con síntomas gastrointestinales y dificultad respiratoria progresiva que puede causar la muerte.
“En los campings, se recomienda mantener la basura en recipientes cerrados y enterrarla a una profundidad superior a los 50 centímetros; recolectar leña solo en lugares ventilados, no usar establos o bodegas como refugio, entre otras acciones preventivas”, puntualizó González.
Además, se invita a instalar carpas en zonas alejadas de matorrales, mientras que en el caso de cabañas o viviendas deshabitadas por extensos períodos “es necesario ventilar, y luego rociar el suelo y superficies con agua y cloro, para luego barrer y limpiar”, dijo Salinas, agregando que hay que mantener los alimentos y agua fuera del alcance de los roedores, almacenándolos en envases herméticos; y mantener el exterior de las viviendas y bodegas, libres de maleza y basura. Otra recomendación es sellar y desratizar bodegas, y mantenerlas ventiladas y ordenadas, sin materiales de desecho.