Miles de estudiantes de todas las edades, han apostado por la educación Técnica y Profesional (TP), opción para la cual no se exige la PAES, en carreras que estén adscritas a gratuidad y cuyas instituciones cuentan con acreditación nacional, permitiendo a sus estudiantes optar a beneficios tanto ministeriales como propios.
Según consta en los registros oficiales del MINEDUC (Ministerio de Educación) en 2022 la matrícula correspondiente a primer año de la educación superior en carreras impartidas por Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales (CFT/IP), en conjunto, representó el 58,4% del total de la educación superior en Chile. El 41,6% se matriculó en una universidad.
“En nuestra larga trayectoria en Chillán y a nivel nacional, identificamos varias razones para escoger una carrera TP, por una parte el menor tiempo de duración de la carrera, el menor costo de aranceles, la flexibilidad de horarios y formatos y por sobre todo esto la entrega de formación en competencias especializadas y prácticas”, señala Paola Cabrera, Directora de Admisión de Santo Tomás Sede Chillán.
Una carrera Técnica, tiene una duración promedio de dos años y medio y una carrera Profesional 4 años a diferencia de una carrera universitaria que en promedio tarda 5 años. El porcentaje de deserción estudiantil también es menor en la educación TP y los plazos de postulación y requisitos son diferentes a lo exigido por una Universidad.
“El plazo para ingresar a un Instituto Profesional o Centro de Formación Técnica, se extiende en nuestro caso, hasta los últimos días de marzo, lo que dependerá de si contamos con cupos disponibles en la carrera que el alumno escoja, así es que la invitación es a informarse y a decidir con anticipación”, agregó Cabrera.
Antiguamente, las carreras tradicionales eran las predilectas de la sociedad, sin embargo en un país que cambia, que se moderniza y que va identificando nuevas necesidades para su desarrollo diario, las carreras TP permiten a las personas acceder a empleos modernos, que van en línea con los intereses e inquietudes de las personas y que se ajustan a los requerimientos del país. “Año a año vamos innovando en la oferta para la formación de profesionales con habilidades para resolver problemas específicos en campos laborales de las diferentes áreas y que además faculte para obtener un empleo en el corto plazo”, señaló la Directora de Admisión.
Los primeros días de enero, se publicó en la prensa nacional un ranking con las carreras técnicas con los mejores sueldos de entrada, es decir, sobre un millón de pesos como sueldo bruto, entre las que destacan Ingenierías de Ejecución, Computación e Informática y Construcción entre otras.
“El que los sueldos de los profesionales TP hayan ido subiendo con los años, tiene que ver con una mejora general en la formación del estudiante, entre lo que podemos señalar una mayor precisión de la malla curricular, mayor conocimiento de lo que la industria requiere. Pero también hay una relación directa con la acreditación institucional que se abrió a las instituciones TP y que exige mayores estándares, colaboración e innovación, entre otras acciones”, señala Paola Cabrera, Directora de Admisión de Santo Tomás Sede Chillán.
Todo este conjunto, favorece una mayor valoración en la actualidad de un profesional TP, lo que sumado a las necesidades propias de cada región abre un sinfín de posibilidades.