Existe coincidencia en la necesidad de reestablecer infraestructura de canales Municipal y Juan Francisco Rivas, ya que además de afectar el riego de cerca de 20 mil hectáreas, implica riesgo de continuos daños a la comunidad ante aumentos en caudal del río.
San Carlos, 11 de noviembre de 2024.- Rehabilitar los serios daños en infraestructura de riego que dejaron las dos crecidas del río Ñuble en junio y agosto de 2023. Ese es el objetivo del trabajo conjunto que realiza la Junta de Vigilancia del Río Ñuble (JVRÑ) y la Dirección regional de Obras Hidráulicas (DOH) del Ministerio de Obras Públicas.
Específicamente, el trabajo se enfoca en la reconstrucción de las bocatomas de los canales Municipal y Juan Francisco Rivas, de San Carlos, los que en conjunto riegan cerca de 20 mil hectáreas y que, por el alto costo de las obras, resulta imposible asumir para ambas comunidades de agua.
Para eso se reunieron el director regional de la DOH, Gustavo Méndez, con dos profesionales de su área de riego; además del director de la JVRÑ, Christian Contreras; el presidente de los canales Municipal y Juan Francisco Rivas, Andrés Rueda y Fernando Rueda, respectivamente, más otros miembros de sus comunidades, además del equipo profesional de la JVRÑ.
Según expuso el director de la DOH, hay que trabajar en los proyectos para ir a buscar el financiamiento y poder reestablecer esta infraestructura, que además de perjudicar el riego de cientos de agricultores, también implica un riesgo para toda la comunidad ante un eventual nuevo aumento del caudal del río.
“El trabajo público-privado es esencial para lograr resultados en el corto plazo (…) hay una justificación más que clara para realizar estas obras, y para eso hay que buscar la mejor alternativa para, inicialmente, hacer estas defensas que corresponden a los enrocados. Ahora tenemos que empezar a elaborar los proyectos y de aquí a fin de año tener la claridad de cómo vamos a implementarlos y cuáles van a ser los tiempos”, indicó.
“En estas bocatomas baja mucho el caudal en verano, lo que permite trabajar, pero es complejo trabajar en esa época porque se requiere el agua del río y ahí hay que ser capaces de buscar la mejor solución para poder ejecutar las labores”, añadió Méndez.
Temporada de riego y daño
De parte de la JVRÑ, Contreras destacó la importancia de este trabajo conjunto, ya que desde la organización avizoran que “acá no solo hablamos de una complicada nueva temporada de riego que se avecina, sin esta infraestructura, por cierto, sino que también vimos cómo se inundó el paso sobre nivel en San Carlos, y cómo se inundaron algunos sectores urbanos por no contar con estas obras”.
Contreras explicó que con el desborde del canal Municipal se produce un efecto en cadena, desbordando al menos cinco canales aledaños.
Por su parte, el presidente del canal Juan Francisco Rivas, explicó que su comunidad de regantes ha intentado conducir el agua hasta la entrada del canal de la mejor manera, con recursos propios, pero con obras que están lejos de ser las definitivas a causa de la gran inversión que requieren, y que ellos no están en condiciones de asumir.
“Hemos realizado un cierre del canal que no da seguridad alguna. Ya vamos por la segunda temporada de riego en estas condiciones. Una obra definitiva es imprescindible”, aseguró Fernando Rueda.
El presidente del canal Municipal, por su parte, sostuvo que “sabemos que se trata de una inversión importante, pero también tenemos claro que las consecuencias son aún mayores”.