La iniciativa ‘’Seguridad Hídrica para la Adaptación al Cambio Climático’’ busca desarrollar innovaciones de gestión del agua a nivel local para abordar la escasez y los conflictos relacionados con su uso, beneficiando a 20 comunas de la región
La preocupación por la seguridad hídrica se ha convertido en una prioridad global, y Chile no es la excepción. Con la proyección de ser uno de los países más afectados por el cambio climático, la región del Biobío enfrenta desafíos significativos en cuanto a la disponibilidad y gestión del agua.
El Centro Regional de Estudios Ambientales (CREA) de la Universidad Católica de la Santísima Concepción ha identificado esta problemática desde hace años, promoviendo estudios medioambientales y facilitando la colaboración entre diversos actores relacionados con el acceso y derecho al agua.
En este contexto, surge el proyecto «Seguridad Hídrica para la Adaptación al Cambio Climático», una iniciativa financiada por el Gobierno Regional del Biobío a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R) y ejecutada por la mencionada universidad
El objetivo principal de este proyecto es desarrollar innovaciones en la gestión del agua a nivel local en la región del Biobío, centrándose en abordar la escasez y los conflictos asociados con su uso. Para lograrlo, se propone una colaboración estrecha entre entidades públicas y privadas, con el fin de establecer políticas regionales que integren aspectos cruciales como la gobernanza, los usos ecosistémicos, la eficiencia y calidad del agua, así como la sensibilización y educación para enfrentar los desafíos del cambio climático.
Al respecto, el encargado del proyecto, Pablo González, señaló la importancia del diálogo respecto a la gobernanza del recurso hídrico. ‘’Levantar información sobre las reales falencias que existen en el sistema de gestión actual de agua potable rural es muy relevante». A su vez, agregó que “los problemas que ocurren en los usuarios de agua potable rural y como la información que levantemos, respecto de la calidad y cantidad del agua, puede beneficiar a miles de personas que viven y trabajan fuera de las ciudades, incluyendo sectores canalistas vinculados al uso agrícola del agua, que es sector muy importante para la estabilidad en la región”.
Según Andrés Arriagada, coordinador del programa, las Organizaciones de Usuarios (OUA), los SSR y los Municipios enfrentan conflictos diarios que afectan la cotidianidad de las actividades productivas, las comunidades y las familias. ‘’Datos alarmantes revelan que el 29% de los SSR en la cuenca del Biobío mencionan la presencia de conflictos graves relacionados con el agua en sus comunidades, mientras que el 90% de los funcionarios de OUA encargados de la vigilancia y distribución del agua de riego indican que su principal tarea es resolver estos conflictos’’.
Por su parte, Arriagada también sostiene que, ‘’la gestión y gobernanza adecuadas son fundamentales para abordar estos desafíos. La conflictividad se reduce gracias a la labor diaria de OUA y SSR, pero también gracias al rol clave de los municipios como intermediarios entre la ciudadanía y el Estado, abordando urgencias con recursos limitados y contribuyendo a reducir las tensiones en las comunidades rurales’’.
El proyecto ha impactado a 20 comunas en la Región del Biobío. Este alcance ha sido posible gracias a la colaboración de diversas localidades, entre las que se incluyen Alto Biobío, Los Ángeles, Concepción, San Pedro de la Paz, y muchas otras.
En resumen, «Seguridad Hídrica para la Adaptación al Cambio Climático» no solo busca enfrentar la escasez y conflictos del agua en la región del Biobío, sino también fomentar una colaboración efectiva entre diferentes actores para garantizar un futuro más sostenible y resiliente frente a los desafíos del cambio climático.
Montserrat Garrido GutiérrezPeriodista y Licenciada en Comunicación Social