Existe una variedad de especies que tiene un ciclo de crecimiento corto en época de frío y no es necesario contar con un invernadero para ver sus frutos.
Con la llegada de la lluvia y el frío en el invierno, para muchos significa que no pueden plantar en huertos al aire libre y que es necesario contar con invernadero. Hay frases como «nada crece en invierno» o «en esta época solo se prepara el suelo para sembrar después», pero eso no es así en todos los casos.
Por un lado, es cierto que se puede dejar descansar el suelo en invierno, sobre todo en terrenos agrícolas, pero también es un tiempo efectivo para sembrar ciertas especies que se caracterizan por preferir el clima frío donde pueden tener ciclos de crecimientos más cortos, a diferencia de otras que prefieren el calor.
Durante esta temporada, se puede producir variedades como la familia de brásicas como el repollo, brócoli, kale, coles de bruselas, entre otros. Todos los derivados de allium como cebolla, cebollín, ciboulette y ajos. Otros como lechuga, acelga, espinaca, cilantro, perejil, apio, arvejas y habas. En el caso de las papas, se pueden sembrar en otoño, crecer en invierno y cosechar en primavera.
María Fernanda Sotomayor, académica de la Facultad de Ciencias UCSC, explicó que “hay que escoger cultivos idóneos que correspondan a la temporada, ya que hay plantas que crecen con bajas temperaturas y necesitan menor cantidad de luz. Es importante que tengan el mínimo de cuatro horas con luz y un buen drenaje de suelo”.
En cuanto al riego, Sotomayor afirmó que “en esta temporada, solo se riega cuando se siente seca la tierra, ya que a veces solo basta con la lluvia. Por lo mismo, hay que mantener cuidados para que el agua circule y no provoque charcos, ni posas”.
Cuidados
Las heladas, olas de frío inesperadas y la disminución de las horas de luz solar, son algunos de los factores pueden afectar la fotosíntesis y el crecimiento general de las plantas. Pese a ello, hay algunos cuidados para tener en cuenta y evitar que las plantas no tengan consecuencias.
Carlos Zamora, académico de la Facultad de Ciencias UCSC, señaló que “se puede usar cubiertas momentáneas de telas o plásticos que pueden proteger las plantas de las heladas nocturnas. En el suelo puedes poner ‘mulching’ como paja en el suelo que ayuda a que el suelo se enfríe menos, también ayuda a que el agua de las lluvias no choque directamente sobre la tierra, el acolchado alrededor de las plantas ayuda a mantener la temperatura del suelo y protege las raíces.”.
“También es importante evitar el exceso de riego, eso debe regularse igual con un sustrato donde el agua no se estanque y las raíces de la planta puedan recibir agua, pero no ahogarse. Depende de donde vivamos igual el frío extremo puede congelar el agua y dañar las raíces”, cerró Zamora.