El 18 de noviembre recién pasado, el jefe de la Prefectura de la PDI de Ñuble, prefecto Héctor Marín Farfán, cumplió un año desde que asumió el cargo, justo cuando terminaba un año particularmente “malo” en términos de seguridad, ya que la Brigada de Homicidios debió investigar la muerte de 22 personas debido a la intervención de terceros, siendo cifra inédita a nivel regional EN 2022; sin embargo, este 2023 se ha reducido a la mitad la ocurrencia de estos hechos violentos que ha investigado la policía civil.
En concreto, al 19 de diciembre, la PDI ha investigado 11 homicidios, de los cuales siete se cometieron utilizando arma de fuego, dos con arma cortante, en tanto cierra la cifra otros dos crímenes utilizando otros elementos. “De estos homicidios, consideramos también la concurrencia al Parque Lantaño, donde el cuerpo de un hombre de nacionalidad venezolana fue encontrado a principios de julio; no obstante, se trata de una investigación que tendría relación con hechos que tienen su origen y perpetración en la comuna de Hualpén, Región del Biobío”, aclara el Prefecto Marín.
El oficial superior es el jefe operativo de la PDI en Ñuble, y segundo más “antiguo” después del jefe regional (prefecto inspector Cristian Parraguez). Sobre la baja de los homicidios durante este año, señala que existen diversos factores, “pero hay que destacar que en los 22 homicidios que investigó esta policía civil en 2022 se tuvo resultado, en el sentido que en todos se identificó a sus responsables y juntos a los medios de pruebas fueron puestos a disposición de los tribunales de Garantía, y hoy todos se encuentran privados de libertad”.
La información del año pasado se proyecta en la percepción de inseguridad por parte de la ciudadanía; de hecho, el 24 de noviembre se dieron a conocer los resultados de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc) del 2022. En ella se plantea que la percepción de inseguridad en el país alcanzó el 90,6% y es la más alta de la historia. Además, la victimización, en tanto, subió hasta casi llegar a los niveles que había antes de la pandemia de coronavirus.
El rol de la PDISobre la caracterización de los homicidios ocurridos en Ñuble, el prefecto Marín sostiene que “ha habido aumento de violencia y el empleo de armas de fuego. Eso es transversal a nivel nacional; el hecho de que haya un aumento en la violencia ha decantado en mayor sensación de inseguridad, que es lo que nos indica la Enusc, pero tampoco podemos soslayar la masificación de la información que circula a través de las redes sociales y el rol de los medios de comunicación, más aún en una región como la de Ñuble, que no es caracterizada tradicionalmente como una zona en la que ocurran frecuentemente hechos violentos”.
Si antes las brigadas especializadas, como homicidios, robos, antinarcóticos, realizaban sus investigaciones desde el perfil del criminal que investigaban, hoy en día la PDI se ha adaptado a los fenómenos criminales que indican que las investigaciones criminales se deben realizar coordinadamente desde los distintos conocimientos. “Hoy en día se conforman equipos de trabajos multidisciplinarios, en que los detectives aportan desde su área de especialidad, sumado al trabajo en el sitio del suceso de los peritos del Laboratorio de Criminalística y su trascendental aporte científico, que otorga certezas jurídicas. Asimismo, se ha robustecido la Oficina de Análisis Criminal (Ofan), en que se procesa una cantidad importante de información, que es puesta al servicio de los investigadores, pero sirve para realizar estudios prospectivos sobre el comportamiento delictual, detección de fenómenos criminales, prospección de escenarios y, por tanto, permite generar estrategias investigativas para abordar aquellos fenómenos. En ese sentido, podemos señalar que en la actualidad el crimen organizado en su más profunda concepción no se ha podido instalar en Ñuble, pero no quiere decir que tenemos una mirada complaciente en aquello, al contrario, existe un monitoreo y alternas constantes”, asegura el prefecto Héctor Marín.
Multifactores
El prefecto Marín asegura que existen diversas variables que analizar, y que la labor de investigación criminal efectuada por la PDI ha sido efectiva, pero no es el único factor determinante detrás de la baja en la cantidad de homicidios.
“La autoridad administrativa, a través de la Delegación Presidencial Regional de Ñuble, que representa al ministerio del Interior en Ñuble, como también los constantes aportes del Gobierno Regional, han significado esfuerzos para gestionar los recursos que permitan hacer frente a estos fenómenos criminales. Si bien tenemos una labor jurisdiccional con recintos policiales en Chillán y San Carlos solamente, hemos tenido una labor silente de relacionamiento con las comunidades, que confían en nuestro trabajo y colaboran cuando es necesario: esto se ejemplifica en los Consejos Comunales de Seguridad Pública, ya que la PDI está presente en las 21 comunas acercándose a las juntas de vecinos y autoridades comunales, ampliando las relaciones estrechas en toda la región.”, sostiene el oficial superior.
Otro punto que abordó el jefe de prefectura PDI es que “no podemos desconocer la labor abnegada y preventiva realizada por Carabineros de Chile, que ha reforzado su trabajo con los distintos municipios, aumentado su presencia y alcance. Asimismo, se debe valorar el trabajo de los inspectores municipales en la vía pública. De esa forma, sin duda representamos la investigación criminal desde ya 90 años, sinergia silente con la ciudadanía y entidades públicas, y que por lo demás es nuestro campo de acción, de acuerdo a lo que nos mandata la Ley. Por tanto, cada día renovamos nuestro compromiso y misión de investigar los delitos, impidiendo que las organizaciones criminales se instalen en este territorio para establecer un comercio delictual a través del tráfico de drogas y otras manifestaciones delictuales y por consiguiente la comisión de delitos violentos, donde su máxima representación se aprecia en el delito de homicidio”, cerró el prefecto Héctor Marín.