La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió este martes mantener la emergencia internacional por la pandemia de covid-19, en vigor desde hace casi dos años y medio, y alertó de los peligros que entraña la actual relajación en el seguimiento de los contagios que se advierte en muchos países. “Hay una enorme desconexión entre la percepción que se tiene de la covid entre comunidades científicas, líderes políticos y opinión pública”, lamentó en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tras confirmar que el organismo mantiene el máximo nivel de emergencia por la pandemia.
La pandemia del coronavirus está “lejos de haber terminado”, destacó.
Tras tres horas y media de deliberaciones, los expertos del comité, presidido desde enero de 2020 por el epidemiólogo francés Didier Houssin, concluyeron que la covid “sigue constituyendo un evento extraordinario que aún impacta de forma adversa en la salud global”.
El comité advirtió por otro lado de que el descenso en los tests en muchos países, en un momento de proliferación de casos leves en aquellos con altas tasas de vacunación, está afectando a la capacidad de los expertos para analizar la evolución del coronavirus.
Incluso con un menor control de la pandemia, en las dos últimas semanas se ha reportado un aumento del 30 % en los casos de covid a nivel global, a causa principalmente de los sublinajes BA.4 y BA.5 de la variante ómicron, advirtió el Comité de Emergencia.
“Nuevas olas del virus muestran una vez más que la covid está lejos de su final”, resumió Tedros, mientras los expertos del comité aseguraron que la dinámica de la covid continúa siendo “impredecible”.
A la luz de la situación el comité sugirió medidas para recuperar niveles de vigilancia anteriores, que podrían incluir una mejor integración en los datos nacionales de los resultados de las pruebas de autotest que muchos ciudadanos se practican actualmente, en sustitución de las pruebas PCR o los tests de antígenos.
Los expertos mantuvieron la recomendación de vacunar al menos al 70 % de las poblaciones nacionales para reducir los casos graves y los fallecimientos, y aconsejaron ayudar a los países que no han alcanzado aún tasas del 20 % con el fin de que puedan desarrollar estrategias para ampliar las inoculaciones en sus territorios.