Se trata de la primera protección de tipo industrial que logra la Facultad de Medicina y que nace de una invención de cinco investigadores.
La práctica real es relevante durante el curso de una carrera, en especial en el área de la salud. No obstante, el uso de niños en educación médica no está normado.
Al respecto, la literatura muestra que se utilizan de forma escasa menores de edad en simulación, por la existencia de problemas, desafíos prácticos y éticos. Un niño o niña no puede ser expuesto a situaciones que lo angustien o avergüencen. Destacados autores mencionan que existe protección a los niños en la investigación médica y hay leyes de trabajo infantil, pero no existen directrices similares para la labor de los menores en la educación médica. Además, señalan que existen problemas claves en el uso de niños como pacientes simulados.
Es por ello que, dentro de los análisis y producto de la mejora continua en los procesos pedagógicos, un grupo de académicos del Departamento de Ciencias de la Enfermería de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) desarrollaron un sistema de simulación clínica para entrenamiento de habilidades técnicas y no técnicas, el cual logra la representación de un niño o niña, generando respuesta empática y humanizada sobre el sujeto de entrenamiento.
Se trata de la primera protección de tipo industrial que genera la Facultad de Medicina y la UCSC, como producto de una invención de cinco investigadores. Además, es una doble conquista, ya que la forma y características estéticas del muñeco Lucas fueron protegidas por una patente de tipo Diseño Industrial, que además es la primera solicitud que realiza la UCSC en esta clase de protección; en los países Argentina (N° 103816), Colombia (N° NC2023/0006475), Chile (N° 202203207) y México (N° MX/f/2023/001421).
La primera concesión de patente por diseño industrial se obtuvo en Argentina y para proteger la funcionalidad de la tecnología se redactó una patente de tipo Modelo de Utilidad (N° CL202302046), presentada directamente al Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) en Chile. Posteriormente, en el plazo que el convenio de patentes lo permite, se hará la solicitud en el resto de los países citados anteriormente.
¿Quién es Lucas?
Se trata de un muñeco al que el equipo académico llamó Lucas, confeccionado bajo proporciones de un niño de 6 años de cuerpo completo. Al respecto, Erik Álvarez, académico de la Facultad de Medicina, dijo que la tecnología busca solucionar una dificultad que parte del hecho que “no podemos contar con niños actores para simular a pacientes pediátricos. Los muñecos que existen en este momento en el mercado son demasiado robotizados, con pocas expresiones emocionales”.
Fue así como el grupo de trabajo conformado también por las académicas Paola Pinilla, Paola López, Claudia Carrasco y el académico Jair Bustos, todos del Departamento de Ciencias de la Enfermería de la Facultad de Medicina de la UCSC, generaron una idea que incorpora la respuesta empática y de esta forma potencia la simulación clínica para casos pediátricos.
“Lo que hacemos con esta propuesta es agregar a un actor que pueda hacer el movimiento de un muñeco que tiene reacciones emocionales y que genera en el estudiante empatía hacia a él, lo que se asemeja a lo que en el futuro va a ser la relación que tenga con los niños o niñas que atenderá”, explicó.
Los resultados esperados a partir de las experiencias de las pruebas piloto que han aplicado, es que los estudiantes han logrado relacionarse de mejor forma durante sus procesos de simulación clínica con este tipo de dispositivos y, por lo tanto, puedan generar las competencias y las habilidades que se requieren para relacionarse con los menores de edad.
Trabajo con la OTT
A su vez, Jair Bustos, afirmó que gracias a la solicitud de patentes de tipo diseño industrial y modelo de utilidad podrán difundir este conocimiento. “La verdad que llegar a esto no fue algo esperado, porque no iniciamos esta investigación con la finalidad de obtener a Lucas, quien fue el resultado per se de nuestro trabajo. Cuando presentamos la muestra preliminar a las vicerrectorías se nos confirmó que la invención era posible de proteger por medio de patentes de tipo diseño industrial y modelo de utilidad”, recordó.
En ese momento comenzó el trabajo con la Oficina de Transferencia Tecnológica (OTT) de la Dirección de Innovación de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, hasta lograr proteger la propiedad industrial asociada a Lucas.
Bustos explicó que como tal el muñeco de simulación es el diseño industrial, en cuanto a sus dimensiones, características físicas y lo que representa. Mientras que el modelo de utilidad abarca los aspectos que van de la mano con el muñeco, como un elemento corta vista que impide que el manipulador se vea y una camilla, entre otros detalles.
Adelantó que ya están trabajando en la versión femenina de la tecnología que se llama Mariana, pero que cuenta con características físicas distintas, como que tenga alguna malformación u otro problema. “Incluso traerá rasgos étnicos distintos”, comentó el académico.
Por su parte, Iván Gacitúa, Ingeniero de Gestión y Propiedad Intelectual de la Oficina de Transferencia Tecnológica de la Dirección de Innovación de la UCSC, señaló que como equipo se trató de una experiencia muy significativa y un logro para la unidad. “Somos un equipo nuevo que llevó adelante este proceso. Además, se trata de un hito para la Facultad de Medicina, la cual nunca había pasado por un proceso como este y ver que el personal académico se esté sumando a la innovación por medio de productos de propiedad intelectual es muy gratificante”, subrayó.
Siguientes pasos
Ahora, desde el punto de vista académico viene el desafío de publicar los resultados que se han obtenido con Lucas. Se han hecho varios estudios con instrumentos cuantitativos y cualitativos con los datos de uso de la tecnología tanto en su empleo online como presencial.
En cuanto a la extensión, Lucas fue postulado al Congreso Chileno de Simulación Clínica y Seguridad del Paciente que tendrá lugar en noviembre de este año. También está la oportunidad de participar en el Congreso Latinoamericano en mayo de 2024 y difundirlo al máximo en redes académicas en pediatría y educación superior.
Sobre los manuales de uso de la tecnología, la idea es armar un paquete tecnológico comercializable. Además, está la idea de ampliar su uso a otras disciplinas y aplicaciones donde se requiera abordar situaciones complejas con niñas y niños a través de la simulación (servicio social, educación y jurídica entre otros).