El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, salió a aclarar que la semana adicional de vacaciones de invierno, anunciada el martes junto con el adelantamiento de su calendarización, no se debe considerar «vacaciones» como tal, pese a que ese fue el término utilizado por el Gobierno, y llamó a los padres a mantener a los niños en sus casas.
Atendiendo a la situación sanitaria por la alta circulación de virus respiratorios estacionales, además del Covid, y una «saturación» de la red pediátrica, Ávila informó el martes que «como Gobierno hemos decidido modificar el calendario de vacaciones de invierno de los establecimientos, adelantándolas y además sumando una tercera semana, para así reducir el contacto entre estudiantes y la circulación de virus respiratorios». De esa manera, puntualizó entonces, que los colegios entre las regiones de Arica y Parinacota y de Los Lagos, que «tenían calendarizadas dos semanas de vacaciones, ahora tendrán tres».
Sin embargo, surgieron diversas críticas, algunas de las cuales apuntaron a que, durante ese período, que irá entre el 30 de junio y el 25 de julio, seguirán abiertos recintos, servicios y actividades que suelen realizar las familias de manera presencial.
Ante ello, el titular del Mineduc formuló aclaraciones a El Mercurio, mediante una respuesta por escrito. En ella reafirmó que se trata de una «medida excepcional y preventiva ante una emergencia sanitaria», cuyo fondo es mantener condiciones que permitan «sostener la presencialidad de la enseñanza en el tiempo, y resguardar la salud» de los niños.
En ese marco, junto con puntualizar que la primera semana del receso es la que considerará como aquella semana extra, afirmó que esos cinco días adicionales «no son vacaciones».
Sostuvo que la extensión del descanso no servirá si los menores no permanecen en sus hogares: «Hacemos un llamado a las familias a que comprendan la urgencia de esta medida», instó, pidiendo así a los padres que mantengan, «dentro de los posible», a sus hijos en casa, «para que así se cumpla con el objetivo de reducir la circulación viral».
Además, aclaró por qué, en cambio, no se prefirió por realizar clases telemáticas durante esa semana: «La educación a distancia cumple una función importante en situaciones de emergencia, aunque las clases presenciales han demostrado ser insustituibles. En este caso optamos por adicionar cinco días extras de receso escolar porque hemos visto que un grupo importante de docentes tiene licencias médicas, por lo que las clases a distancia podías ser una complicación para muchas comunidades».