Fundación Tierra Austral firmó un acuerdo de Derecho Real de Conservación (DRC) en Alihuen, una tierra inserta en el Santuario de la Naturaleza Humedales de la Cuenca de Chepu, en la Isla Grande de Chiloé.
Hace cuatro años Jeroen Beuckels -dueño del proyecto Alihuen en Chiloé- conoció en Ancud a parte del equipo de Fundación Tierra Austral, una organización sin fines de lucro dedicada a la conservación del patrimonio natural de Chile a través de firmas de acuerdos de Derecho Real de Conservación. El DRC es una herramienta legal creada hace casi 10 años que formaliza la protección de la naturaleza en tierras privadas, resguardando a largo plazo el valor ecológico y cultural de los distintos predios, restringiendo los usos de la tierra para que no se perjudique la conservación.
En abril, Beuckels firmó junto a la ONG un acuerdo de Derecho Real de Conservación que protegerá para siempre más de 70 hectáreas en Chiloé, siendo así el primer proyecto de este tipo en la comuna de Ancud. Uno de objetivos de la iniciativa es conectar tierras aisladas -que tienen bosques nativos- con el Parque Nacional Chiloé. Éste está inserto dentro de la Ecorregión del Bosque Valdiviano Templado, una de las cinco formas de pluviselva templada más importantes del mundo y la única en toda Sudamérica.
“Fue una herramienta que le hizo sentido desde el inicio, y hemos venido trabajando desde entonces para conservar este territorio a perpetuidad”, cuenta Victoria Alonso, Directora Ejecutiva de Fundación Tierra Austral. “A través del establecimiento de este acuerdo de Derecho Real de Conservación, podemos ayudarlos a enfrentar y mitigar amenazas como la escases hídrica o el desarrollo inmobiliario, acompañarlos y apoyarlos constantemente en el proceso. Donde antes había uno trabajando por la conservación, ahora somos dos y eso da fuerza”, añade.
Alihuen en mapudungún significa “árbol grande”. En este lugar los dueños del predio ya han plantado más de 40 mil ejemplares con el objetivo de trabajar en la regeneración natural. “El bosque ha sido siempre gran parte de mi vida. No es plantar un bosque, es plantar un ecosistema completo. No tiene sentido hacer conservación a corto plazo, los tiempos de la naturaleza son distintos y siempre se debe pensar a largo plazo”, comenta Jeroen.
El área conservada son 8 predios de alto valor ecológico: posee un gran número de hábitats, especies nativas en peligro de extinción como el zorro de Darwin, grandes extensiones de bosques remanentes y una importante presencia de turberas y humedales de aguadulce y marinos.
Alihuen también es un proyecto con características especiales: no sólo posee un innovador sendero accesible de 200 metros, especialmente para personas con sillas de ruedas, si no que también ofrece un turismo sostenible y educativo.
A futuro, los dueños de Alihuen busca que su proyecto sea cada vez más conocido, por eso hoy quieren potenciar la infraestructura, haciéndola habilitante para el desarrollo de actividades turísticas y educación ambiental.
Fundación Tierra Austral destaca el potencial de restauración ecológica y la contribución que este proyecto genera a la conectividad de bosques nativos en una zona que se encuentra altamente fragmentada.