Desde el 19 de abril que el prefecto Christian Parada Soto se encuentra al mando de la Prefectura Ñuble de la PDI, que es el brazo operativo de la policía civil en la región; por ende, es la segunda voz al mando, solo detrás del jefe regional, que es el prefecto inspector Cristian Parraguez Leiva. Por ello, en su rol de comandar los esfuerzos investigativos, el oficial superior llega con una experiencia de 30 años de servicio, y en la postrimería de su carrera policial, retorna a sus tierras, ya que es oriundo de San Carlos, habiendo dejado la zona para cumplir con su sueño de ser detective, cuando tenía solo 18 años.
Para ocupar un cargo como este ¿cuáles han sido sus primeros pasos como jefe de la Prefectura Ñuble?
Me he podido impregnar de la situación delictual de las 21 comunas de esta Región, que es donde tiene jurisdicción esta prefectura, y también me he reunido con distintas autoridades para saber cuáles son sus inquietudes en materia de seguridad, como también seguir los lineamientos de nuestro Director General, Eduardo Cerna, así que han sido dos meses fructíferos en ese sentido. Asimismo, he tratado de colaborar en todas aquellas situaciones en que la autoridad nos plantea la inquietud de la ciudadanía, sobre todo en términos investigativos, que es lo que a nosotros nos ordena la Ley.
¿En qué pie encontró la prefectura?
Vengo de Santiago y la realidad en relación a Ñuble es completamente distinta. Durante los últimos meses, antes de llegar acá, estuve en la prefectura metropolitana occidente, donde recibí –coincidentemente- el mando del ahora jefe de la Región Policial de Ñuble, prefecto inspector Cristian Parraguez. Es así que he podido contrastar la realidad de la capital, donde vi que hay delitos violentos, de mayor connotación social, en los cuales los delincuentes generan temor y miedo entre los vecinos y vecinas, lo cual dista con lo que se vive acá en Chillán y sus alrededores, porque no hay situaciones complejas de crimen organizado; no obstante, buscamos devolverle la tranquilidad a la ciudadanía con los resultados investigativos.
Si bien no existen altos índices de victimización, lo cierto es que la ciudadanía de esta región siente inseguridad. Desde su rol ¿qué delitos le generan preocupación?
Los delitos de robo, en todas sus dimensiones, pero sobre todo aquellos robos en lugar habitado. Asimismo, hay delitos de violencia intrafamiliar que son inquietantes, por cuanto pueden ser el puente hacia hechos de alta connotación. En tercer lugar, los delitos sexuales. De acuerdo a nuestra labor investigativa y coordinada con el Ministerio Público, hemos podido evidenciar el aumento en la cantidad de órdenes de investigar. Y a eso nos vamos a abocar, como también otros ámbitos que son de nuestro interés constante, como el control migratorio, y por eso estamos realizando una fiscalización constante. Por otra parte, el Modelo Territorial Cero, que ya va a cumplir 10 años y que ha sido evaluado por distintos organismos, tanto nacionales como internacionales como exitoso, continuará su labor, que es valorada por la ciudadanía porque le devuelven sus espacios públicos una vez que se erradican los puntos de venta de droga.
Como persona natal de la zona, ¿cómo ha visto los cambios en Ñuble? 30 años después de haber dejado la zona…
Me fui a los 18 y llegué con casi 50 años, entonces el delito ha evolucionado. Hasta mi adolescencia, recuerdo, uno podía dejar la bicicleta a la entrada de la casa y al otro día amanecía ahí mismo. Han cambiado también las formas, nuevos esquemas, movilidades, ya sea en bandas criminales o individuos que se dedican a delinquir, haciéndose más avezados y especializados. Si bien hace 30 años podía haber más abigeatos, hoy en día eso ha bajado, pero la mutación ha traído otras complejidades… y por eso, es fundamental nuestra capacitación constante, para estar a la vanguardia y un paso por delante de la criminalidad, siempre.
Fuera del trabajo, y considerándolo como un vecino más de Ñuble ¿ha notado algún cambio en la personalidad del Ñublino?
Durante estas semanas no he podido evidenciar completamente si hay cambios o no, pero siempre he percibido particularmente que la comunidad chillaneja es más cercana con respecto a las autoridades y no veo que eso haya cambiado demasiado. Ahora, en términos de respeto, puedo decir que en estos casi tres meses no he visto situaciones complejas que uno pudiera evidenciar un cambio; por ejemplo, no he sabido de casos ocurridos últimamente en que existan irregularidades en procedimientos policiales, respecto a ataques a detectives o agentes policiales en contexto del cumplimiento de su deber, y eso también es reflejo del comportamiento de los habitantes de la región.
¿Cómo evalúa la coordinación con el Ministerio Público?
La Policía de Investigaciones de Chile es un organismo auxiliar del Ministerio Público, y se encuentra vigente un Modelo de Investigación Preferente que pone de relevancia un aspecto que se encuentra normado en nuestra Ley Orgánica, y es que los detectives están mandatados a realizar la investigación criminal de los delitos, sobre todo aquellos que son complejos. Por ello, con un objetivo común, mantenemos una relación fluida con los distintos fiscales. Recientemente me reuní con el jefe de la Fiscalía Local de Chillán, Sergio Pérez, en que me planteó en qué está su institución, y consensuamos en el buen estado que mantenemos respecto a delitos económicos, en que la PDI se ha comprometido con estos temas, generando –por ejemplo- la puesta en marcha de la Brigada Investigadora de Lavado de Activos, lo cual nos pone en sintonía respecto a los desafíos en la materia. Obviamente, hemos tenido nudos críticos, pero que se han ido solucionando con la respectiva coordinación. Además, si es necesario redistribuir equipos investigativos en función de determinados casos, lo podemos realizar.
¿Cómo evalúa el trabajo realizado en materia de homicidios? Considerando que son aquellos delitos que causan mayor conmoción pública…
La Brigada de Homicidios ha tenido una reacción rápida en términos de los homicidios que están ocurriendo. De la cantidad de homicidios en 2023, hubo dos que tienen pendiente de detener a imputados; no obstante, se están realizando diligencias para informar resultados. La misma cantidad pendiente tenemos en este 2024, de 12 homicidios, hay dos que faltan. Por ello, la brigada ha funcionado bien en relación a muertes sospechosas.
Uno de los hechos relevantes que la ciudadanía se pregunta es respecto a la desaparición de María José Ramírez, en San Carlos ¿Qué nos puede contar al respecto?
Se trata de una investigación que está en pleno desarrollo, y mantiene el carácter de secreto, por lo cual no se pueden revelar detalles. No obstante, podemos decir que se han desplegado distintos tipos de recursos en la investigación; rastreos masivos, con apoyo de helicópteros, equipos subacuáticos. Además, en particular en este caso, creamos un grupo interdisciplinario de detectives que mantienen dedicación exclusiva