En prisión preventiva quedó Joselín Martínez Ovando, quien fue formalizada por el fiscal jefe de Análisis Criminal de Ñuble, Álvaro Hermosilla Bustos, por el robo con intimidación que afectó a una familia de un campo en Quirihue, el 13 de noviembre de 2018. Es la última detenida de una banda delictual que cometió este delito haciéndose pasar por detectives.
En el atraco actuó con otras tres personas. Dos de ellas, Álex Carrasco Inostroza y Pablo Pinto Contreras, fueron condenados a 12 años y 180 días de presidio, y a 10 años y un día de presidio, respectivamente. Mientras que Mauricio Aroca Pereira, pareja de la ahora detenida, fue formalizado en agosto del año pasado, tras más de dos años prófugo. Quedó en prisión preventiva, pero entró a cumplir, además, una condena por robo con homicidio.
El fiscal Álvaro Hermosilla explicó que la agrupación delictual irrumpió en el hogar de esta familia de Quirihue, simulando ser funcionarios de la PDI y en el marco de un supuesto allanamiento por drogas. Incluso, algunos de ellos portaban chaquetas similares a la de la institución y placas de identificación. Fueron extremadamente violentos, ya que a punta de armas de fuego redujeron a los ocupantes del inmueble, entre los que había niños, a quienes maniataron por más de dos horas, mientras registraban distintas dependencias. Luego, huyeron con celulares, computadores, joyas, dinero, una motosierra y un generador eléctrico, entre otras especies, en un vehículo de una de las víctimas.
La ahora detenida, Joselín Martínez Ovando, se encargó de la vigilancia de las personas amarradas y, según el testimonio de éstas, fue muy violenta en su actuar. El Juzgado de Garantía de Quirihue decretó cuatro meses de plazo para la investigación que la Fiscalía desarrolla con la Brigada Investigadora de Robos de la PDI de Chillán.