Ante la aguda escasez hídrica en la región, un proyecto liderado por la Universidad Católica de la Santísima Concepción busca gestionar el agua del Río Ñuble. La iniciativa busca mitigar los efectos en la agricultura y garantizar el suministro de agua potable.
En medio de una crisis hídrica sin precedentes, la región de Ñuble se enfrenta a niveles alarmantes de escasez de agua, poniendo en peligro tanto la producción agrícola como el suministro de agua potable para la población. Según un informe presentado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la Dirección General de Aguas (DGA), un total de 21 comunas distribuidas en las provincias del Itata, Punilla y Diguillín se ven afectadas por esta situación.
El déficit de precipitación regional es casi del 100% con respecto al promedio histórico (1981-2010), según un informe desarrollado por las Naciones Unidas en Chile, exacerbando la sequía y amenazando la producción agrícola, piedra angular de la economía local. La degradación de los suelos y la pérdida de biodiversidad intensifican aún más esta crisis, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y aumentando la presión migratoria.
En respuesta a esta coyuntura crítica, se desarrolla el proyecto FIC-R ‘’Transferencia Gestión Calidad de Aguas para riego en Río Ñuble’’. Financiado por el Gobierno Regional de Ñuble y ejecutado por la Universidad Católica de la Santísima Concepción, este proyecto tiene como objetivo abordar la gestión del recurso hídrico en el Río Ñuble, promoviendo prácticas sostenibles.
La iniciativa se enfoca en generar estrategias para evaluar la calidad del agua, identificar contaminantes y fuentes de contaminación en la cuenca, así como implementar planes de acción para garantizar un suministro de agua de calidad para el riego y los productores asociados a la Junta de Vigilancia del Río Ñuble. Esto no solo beneficia la agricultura regional, sino que también fortalece la seguridad hídrica y alimentaria de la población.
El proyecto tiene un conjunto de objetivos específicos, desde el desarrollo de un modelo de diagnóstico de calidad de agua hasta la creación de habilidades y capacidades en gestión hídrica para los actores relevantes. Además, se implementará una plataforma que facilite la gestión de la calidad del agua en la cuenca, incluyendo una aplicación móvil para su operación, así como programas de capacitación y estrategias de difusión y sensibilización.
‘’Nuestra Universidad como Institución Regional, preocupada de los territorios locales, ha apoyado en innumerables ocasiones a los agricultores y regantes de la región de Ñuble, transfiriendo metodologías, técnicas y desarrollos que apuntan a ser más eficiente en el uso del recurso hídrico sobre todo en el contexto de su cuidado en cantidad y sobre todo en calidad, que en definitiva ayudan a la agricultura de Ñuble a proveer mejores productos no solo a sus comunas sino también al país’’, explicó Robinson Saéz Lazo, director del proyecto.
La escasez hídrica en Ñuble no es un tema nuevo, pero la magnitud y la extensión de esta crisis han puesto en alerta a toda la comunidad. Se requiere una acción coordinada y urgente por parte de las autoridades, los agricultores y la sociedad en su conjunto para enfrentar este desafío y asegurar la disponibilidad de agua para las generaciones futuras.