Deportivo Independiente Medellín se impuso a Magallanes en la revancha de la Fase 3 de la Copa Libertadores con mucha claridad y todo se hizo más fácil con la expulsión de Felipe Flores.
Deportivo Independiente Medellín fue mucho para Magallanes. El equipo colombiano venció por 2-0 al Maguita en la revancha de la Fase 3 de la Copa Libertadores, que significó que la escuadra adiestrada por David González se anotara en los grupos del certamen de clubes más importante de América, mientras que el equipo chileno se quedó con un premio de consuelo que, de todas formas, puede considerar millonario.
En el primer tiempo, el Manojito de Claveles sufrió mucho con los embates del cuadro local. Un doblete del argentino Luciano Pons, quien anotó en los 15′ y 39′ dejó muy cuesta arriba la serie, que estaba igualada 1-1 tras el empate registrado en El Teniente de Rancagua.
Durante el descanso, Nicolás Núñez apostó por el colombiano Yorman Zapata y por Carlos Villanueva para intentar remontar el marcador. Y si bien el extremo cafetalero que logró el postrero empate en el reducto rancagüino fue atrevido, no logró desnivelar con facilidad.
Y todo empeoró para la Academia cuando Felipe Flores vio la tarjeta roja. FF17 se regaló, pues metió la mano y prácticamente no le dejó otra opción al juez brasileño Wilton Pereira Sampaio, quien le sacó la segunda amarilla al quilicurano en los 67′.
Pese a eso, al menos Magallanes volvió a quedar en igualdad numérica, aunque demasiado tarde como para que eso influyera en el resultado final de la serie. En los 85′, Jhon Palacios recibió su segunda amonestación y provocó que ambos clubes terminaran con un futbolista menos.
Nada de eso tuvo injerencia siquiera para un descuento y el DIM cerró el partido con un 2-0 a su favor que le permitió meterse en la fase de grupos de la Copa Libertadores, mientras que Magallanes se quedó con un premio de consuelo: ir a la zona grupal de la Copa Sudamericana, lo que le garantiza al supercampeón del fútbol chileno un botín de 900 mil dólares