“Es inconcebible que nadie hable o haga algo para concretar este proyecto de una vez por todas”, dijo el presidente de la Comisión de Seguridad.
Chillán, 24 de julio de 2024.- Han pasado más de 14 años desde la fuga de 200 reos de la cárcel de Chillán. El recordado episodio se produjo por el terremoto 27F, que además dejó serios daños en el penal ñublensino.
Inmediatamente, el alcalde de la época, Sergio Zarzar, inició gestiones con el gobierno para acelerar la asignación de recursos para la construcción de la nueva cárcel de Ñuble y, de paso, cerrar el actual penal para convertir esa manzana en un barrio cívico.
El concejal Rodrigo Ramírez, quien es además presidente de la Comisión de Seguridad municipal, se refirió esta mañana al “nulo avance” de este proyecto.
“Es inconcebible que nadie hable o haga algo para concretar este proyecto de una vez por todas. Ñuble llegó a su mayor porcentaje de sobrepoblación penal en al menos los dos últimos años, según estadísticas de Gendarmería, lo que claramente demuestra la ineptitud del Ministerio de Justicia y de las autoridades regionales, que han sido incapaces de tomar decisiones por el riesgo de ser impopulares”, dijo.
Ramírez agregó que “la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, no quiere una cárcel en su comuna. El exintendente Martín Arrau, cuando tenía visualizado un terreno en San Carlos, vinieron políticos populistas a cerrarle la puerta. Nadie le pone el cascabel al gato a un tema que debe ser prioridad regional, pero donde lamentablemente abunda la irresponsabilidad”.
El edil recordó que pronto se iniciarán las obras de remodelación de la Plaza San Francisco, con pavimentación, paisajismo, iluminación y riego, incorporando nuevo mobiliario urbano y juegos infantiles, muy cerca del centro de justicia inaugurado hace algunos meses. “Mientras el entorno avanza en modernidad, seguimos con una cárcel que es incompatible con los fines urbanísticos que todos anhelamos”, comentó.
Al mismo tiempo, Ramírez comentó que “todos los actores públicos y las familias de Chillán estamos muy preocupados por el alza de la inseguridad, por la crudeza del delito y el perfil de los delincuentes, pero no sacamos nada con impulsar planes de intervención y aplicar mano dura, si no contamos con nuevos recintos con mejores estándares de seguridad, donde también resguardemos la integridad de los funcionarios de Gendarmería”.
“La seguridad es por lejos la principal demanda ciudadana y Chillán no es la excepción. Llegó el momento de ser impopulares, de tomar una decisión y comenzar la construcción de la nueva cárcel de Ñuble lo antes posible”, finalizó Ramírez.