Compañía con base en Pemuco y operaciones agrícolas en las regiones de Maule, Ñuble, Biobío y La Araucanía, fue distinguida por su destacado compromiso con sus proveedores, superando las exigencias establecidas por la Ley de Pago a 30 Días.
El reconocimiento otorgado por la Bolsa de Productos y la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), en alianza con Innovación de El Mercurio, evaluó el cumplimiento de las compañías en sus compromisos de pago en un período de análisis que abarcó desde julio de 2023 hasta junio de 2024.
Para fortalecer la relación con sus proveedores y asegurar flujos más estables para las pymes locales, Beneo Orafti —compañía alemana y líder mundial en la producción de achicoria a industrial— implementó sistemas y herramientas que agilizan los pagos, la capacitación de los proveedores y evitar errores en la factura.
Guillermo Fernández, gerente general de Beneo, subrayó la relevancia de las estrategias claras y la inversión en tecnología como factores clave para el éxito en este ámbito.
«Llevamos varios años instalando sistemas y herramientas, y como empresa europea, tenemos una política de ‘cuatro ojos’, es decir, las facturas deben ser aprobadas por dos personas diferentes del mismo nivel. Instalamos un sistema que nos permite llevar este control, y además capacitamos y realizamos un seguimiento constante de las facturas, los proveedores, los estados de pago, etc.», comentó Fernández.
El compromiso de Beneo Orafti Chile no se limita al cumplimiento legal; la empresa ha desarrollado un clúster de proveedores en su área de influencia, fomentando el crecimiento y fortalecimiento de pequeños negocios locales.
“Nos encontramos en un lugar alejado, por lo que tuvimos que crear un clúster de proveedores. Hemos estado dedicados a esto durante unos 10 años. Hasta hoy, ya hemos obtenido resultados. Hay empresas que han crecido desde muy pequeñas hasta ser más grandes, y ahora nos prestan servicios y también a otras empresas”, añadió Fernández.
Este enfoque integral no solo ha permitido a Beneo mejorar la eficiencia de su cadena de pagos, sino también contribuir al desarrollo económico local, estableciendo relaciones de confianza y crecimiento mutuo. La empresa se ha posicionado como un ejemplo a seguir en el cumplimiento de los compromisos financieros, demostrando que la tecnología, la capacitación y una estrategia clara son fundamentales para el éxito sostenible en un entorno competitivo.
Christopher Bosler, gerente general de la Bolsa de Productos, y Jorge Welch, presidente de Asech, explicaron la metodología del premio, destacando la importancia de la transparencia en el proceso de pago, desde la emisión de la factura hasta su liquidación final.
“Una consideración relevante es que tenemos visibilidad de la ‘última milla’; es decir, desde que se emite la factura hasta el plazo efectivo de pago. No podemos evaluar, de manera objetiva, lo que ocurre antes de que se emita la factura”, dijo Bosler. En este punto coincidió Welch, quien considera clave transparentar lo que pasa en ese lapso y también destacó la importancia de reconocer a las organizaciones que están haciéndolo bien.
El premio «Mejores Empresas Pagadoras» es un reconocimiento al esfuerzo y la responsabilidad de las empresas que van más allá de lo exigido por la ley, mostrando que es posible crear un entorno de negocios saludable y justo, donde todos los actores de la cadena de valor se beneficien y crezcan juntos.
Beneo Orafti
La compañía alemana es líder mundial en la producción de achicoria a nivel industrial, cuyos procesos se enfocan en extraer, refinar y comercializar la inulina y la oligofructosa que provienen de las raíces de dicha hortaliza.
En ese contexto, Beneo Orafti es uno de los principales fabricantes de ingredientes funcionales para la nutrición humana y animal. Por ejemplo, permite dar estructura a alimentos como el yogurt, quesos y chocolates, y a su vez mejora la absorción de calcio y la flora intestinal, además de constituir alimentos enriquecidos con fibra natural. En tanto, la orientación animal tiene alto contenido proteico para la ganadería.
En Chile, tiene su base en la comuna de Pemuco, donde funciona su moderna planta de inulina, que se nutre de operaciones agrícolas en las regiones de Maule, Ñuble, Biobío y La Araucanía.