El profesional criticó la “nula injerencia” de la autoridad regional en las decisiones del Ministerio de Energía.
Hace pocos días un medio de comunicación regional informaba que cuatro conjuntos habitacionales de San Carlos están congelados por falta de energía eléctrica, afectando a 772 familias que esperan por su casa propia.
El déficit de energía en la región, que inicialmente se acotaba a un problema propio de la actividad industrial, hoy está permeando a las actividades básicas de los ñublensinos.
El agrónomo de la Universidad de Concepción y precandidato a core por Ñuble, Aldo Sandoval, criticó esta mañana el desempeño del Ministerio de Energía y, en particular, la efectividad de la Mesa Técnica formada por el Gobierno Regional.
“Esta mesa se ha transformado en un espacio de buenas intenciones, más bien político, pero en el fondo no ha tenido ninguna injerencia en las decisiones del Ministerio de Energía. Ha sido irrelevante”, criticó el profesional.
“Es preocupante que el ministro Pardow haya anunciado hace más de un año un Plan especial para Ñuble y todavía no se vean obras concretas, como por ejemplo, la ampliación de la línea 66Kv Charrúa-Chillán que es clave para la calidad de vida de los vecinos y el desarrollo regional en su conjunto”.
Sandoval recordó que tanto la Línea Charrúa-Chillán como la Línea Monterrico-Cocharcas no han podido ser ampliadas en su capacidad, debido al fracaso de las licitaciones y por la ausencia en Ñuble de una política de transición energética que permita abordar el déficit actual.
«Esta idea centralizada del Estado, con toda la burocracia que implica, está demostrando ser un rotundo fracaso en nuestra región. La pregunta legítima que los ñublensinos deben hacerse es ¿por qué, si las licitaciones de las obras de trasmisión han fracasado cinco veces, no se buscó antes una asignación directa a alguna empresa idónea para la ejecución de obras de esta magnitud?”, se preguntó.
Aldo Sandoval se refirió con preocupación el desarrollo de la región en el mediano y largo plazo, indicando que “no vemos un sentido de urgencia para un tema crítico, que no solo significará renunciar a nuestro anhelo de ser una potencia agroindustrial, sino que condicionará seriamente el plan de emergencia habitacional anunciado por este gobierno”.